¿Por qué dicen que las 3 de la mañana es la hora del demonio? En realidad es un juego de antitéticos. Cristo entregó su vida al Padre a las 3 de la tarde y lo hizo derramando toda su sangre para que la humanidad fuera salvada. Las 3 de la madrugada es la hora equivalente de la noche, su inverso en una esfera de 24 horas. Así que es una hora propicia para los ataques del Maligno. ¿Te has despertado de repente y eran las 3 ó las 4 de la mañana? (ten en cuenta que la muerte de Cristo ocurrió a las 3 de la tarde en Jerusalén, hora simbólica, pero también equivale a las 4 de la tarde en España). Pesadillas, problemas que nos desasosiegan en medio de la noche, tormentas de pensamientos carnales… son ataques del Maligno, que disfruta encontrando nuestras debilidades para explotarnos y alejarnos del camino recto… «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella» (Mt. 7:13)

¿Quién entonces nos puede ayudar a dormir y a salir victoriosos del ataque? Nada menos que el Príncipe de la Milicia Celestial, San Miguel Arcángel. Pídele ayuda contra el demonio siempre que lo necesites con la oración que escribió León XIII, y hazlo en latín, porque es la lengua que odia el Maligno. Intenta mantener tu alma limpia y cada vez que ores a San Miguel, al demonio no le quedará más opción que huir a su grito de Quis ut Deus? Nemo sicut Deus! (¿Quién como Dios? Nadie como Dios!)

Oratio Leonis XIII Archangelo Sanctis Michaeli

Sancte Michael Archangele, defende nos in prœlio.
Contra nequitiam et insidias diaboli, esto præsidium.
Imperet illi Deus, supplices deprecamur.
Tuque, Princeps Militiæ Cælestis, Satanam aliosque spiritus malignos qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude.
Amen

Por supuesto, recurrir a la Virgen María es tan efectivo, ya que a Nuestra Santísima Madre y Reina del Cielo se le dio el poder de someter y aplastar a los demonios para la eternidad. Ella lo haría por cualquiera de sus hijos, así que reza el Ave Maria, la Salve o el Regina Cœli y apréndelos en latín, porque el demonio lo detesta. Pero recuerda que eres católico! Para que todo esto funcione de verdad debes hacer uso de los sacramentos. María ha pedido que le demos importancia al Santo Sacrificio de la Eucaristía y que mantengamos nuestra alma en Gracia. Acude al sacerdote, arrepiéntete y recibe el perdón, ya que si tu alma no está limpia y no hay arrepentimiento en ella, María no tendrá de dónde sujetarte para sacarte de las garras del Maligno.

Ave Maria

Ave María, gratia plena, Dóminus tecum. Benedícta tu in muliéribus et benedíctus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta María, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc et in hóra mortis nostræ.
Amen.

Salve Regina

Salve Regína, Mater misericórdiæ, vita, dulcédo, et spes nostra, salve.
Ad te clamámus éxsules fílii Evæ. Ad te suspirámus, geméntes et fléntes in hac lacrimárum valle.
Eia, ergo, Advocáta nostra, illos tuos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Iesum, benedíctum fructum ventris tui, nobis post hoc exílium osténde.
O clemens, O pía, O dulcis Virgo María.
Amen.

Regina Cœli

Regina cœli, lætare; alleluia!
Quia quem meruisti portare; alleluia!
Resurrexit sicut dixit; alleluia!
Ora pro nobis Deum; alleluia!
Gaude et lætare, Virgo Maria; alleluia!
Quia surrexit Dominus vere; alleluia!