Nuestra Madre María ha insistido, repitiendo en todas sus apariciones públicas y privadas, que recemos el Santo Rosario meditando los misterios con devoción. Es una «arma de salvación masiva» para la Humanidad. Ella promete velar por nosotros ante los ataques Maligno y en el momento de la muerte. La belleza y el simbolismo del latín son enemigos del Mal y constituyen una barrera extra contra los espíritus malignos y la conjura de las sectas secretas.

Aprende a rezar el Rosario en latín y podrás hacerlo comunitariamente en cualquier lugar del mundo. Además puedes disfrutar de haber ofrecido ese reto al Cielo en tu oración diaria. El poder del Rosario es inmenso y no sólo te ayuda a ti, sino a deshacer el pecado del mundo y liberar a las almas del Purgatorio. Pero uno de los efectos más valiosos es el de proteger y convertir a tu familia. Quienes sufren por ver a sus hijos caer en las tentaciones del Maligno deben acudir al Santo Rosario. La Vírgen María promete que un padre o madre que rece en Gracia y con devoción cada día el Rosario, verá a sus hijos volver al Camino.

Te recomendamos seguir el Rosario guiado por Benedicto XVI, con el que recibirás la Bendición Apostólica cada día. Existen grabaciones para las 4 coronas de misterios, no obstante, si prefieres seguir el Rosario tradicional tal como la Virgen María se lo entregó a Santo Domingo de Guzmán, te dejamos abajo la guía de oración semanal, para las 3 ó las 4 coronas. Lo importante es que ores a diario y, al menos, medites brevemente los misterios del día. Cuando lo decidas, también puede rezar los 15 misterios de Santo Domingo seguidos, 150 avemarías que representan los 150 salmos.

Corona4 coronas3 coronas
Misterios Gozosos (Gaudii)Lunes y SábadoLunes, Jueves y Domingos de Adviento
Misterios Luminosos (Lucis)Jueves
Misterios Dolorosos (Doloris)Martes y ViernesMartes, Viernes y Domingos de Cuaresma
Misterios Gloriosos (Gloriae)Miércoles y DomingoMiércoles, Sábados, Domingos de Pascua y Pentecostés

Mysteria Gaudii

Mysteria Lucis

Mysteria Doloris

Mysteria Gloriae

A continuación dejamos las versiones abreviadas, que son apropiadas si seguidamente se va a proseguir con la Corona de la Preciosísima Sangre de Cristo.